No: 171/20. Información del Departamento de Servicio de Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Azerbaiyán
El 16 de julio de 2020, las fuerzas armadas de Armenia intentaron, nuevamente, atacar nuestras posiciones en dirección hacia la región de Tovuz, sobre la frontera entre Azerbaiyán y Armenia, y las infraestructuras residenciales de carácter civil en las aldeas de Aghdam, Dondar Gushchu y Vahidli fueron bombardeados con las armas de gran calibre y la artillería. Durante el combate persistente resultó muerto un soldado del Ejército Azerbaiyano.
Al continuar con sus sangrientas acciones provocativas, Armenia deja en evidencia su intención de reforzar las consecuencias de su política de agresión y ejecutar nuevas acciones de agresión con el uso de la fuerza mediante graves violaciones de las normas y principios del derecho internacional, incluso, del derecho internacional humanitario.
Reiteramos que el único causante de la tensión en la región es Armenia, que mantiene bajo su ocupación a la región de Nagorno Karabaj y los siete distritos adyacentes de la República de Azerbaiyán, viola los derechos y libertades fundamentales de los cientos de miles azerbaiyanos e impide, directamente, la solución del conflicto mediante las negociaciones
La dirigencia de Armenia, quien para cubrir su fallida política interna, intenta endurecer su política exterior agresiva y desviar así, la atención de la comunidad internacional de su responsabilidad de la ocupación de los territorios azerbaiyanos, debería comprender que Azerbaiyán nunca se reconciliará con el hecho de la ocupación de sus territorios reconocidos internacionalmente y no permitirá que ni una pulgada de sus tierras quede bajo la ocupación.
Azerbaiyán siempre ha manifestado su apoyo a la solución política del conflicto, sin embargo, esto no debe interpretarse como una continuación interminable de las negociaciones. Azerbaiyán apoya las negociaciones orientadas a resultados y aguarda los esfuerzos de mediación de los co-presidentes del Grupo Minsk de la OSCE en este sentido.
La dirigencia de Armenia es totalmente responsable por la tensión en el frente y por todas las consecuencias que esta pueda causar.